miércoles, 24 de febrero de 2016

De la escasez de información a la infoxicación

Hay una anécdota que mis amigos me la han oído muchas veces y creo que viene bien para empezar este artículo.  Cuando era un niño (por tanto curioso con el mundo que nos rodea) solía preguntarle a mi padre sobre muchas cuestiones, al principio me daba una respuesta sobre mis inquietudes pero al final hubo una respuesta que me repitió: "búscalo en la enciclopedia".

Enciclopedia 
Reconozco que al principio me molestaba esa respuesta porque me obligaba a ir donde ese montón de libros a buscar términos totalmente desconocidos para mí pero con el tiempo se convirtió en una costumbre que he mantenido y adaptado con los tiempos.

Hoy en día, a diferencia del pasado, acceder a la información es más fácil con la ayuda de internet, el problema es que tenemos un exceso de información disponible y la mayoría de personas se pierden.

Como primera tarea del MOOC que estoy realizando "Encontrando tesoros en la red" nos han pedido escribir un articulo sobre la problemática asociada a la gestión de la sobreabundancia de información que ofrece Internet.

Escasez de información


Hasta la aparición de internet la información que manejábamos las personas eran las que nos proporcionaban los medios de comunicación, las enciclopedias que pudiéramos tener en nuestros hogares o bibliotecas y las publicaciones profesionales a las que algunas personas privilegiadas pudieran tener acceso.

Eramos consumidores de una información muy limitada hasta el Siglo XX.

Infoxicación



Con la llegada de internet  en el S. XX y la sociedad de información se aumentó el número de consumidores de internet, democratizándose en algún aspecto el acceso a la información y la posibilidad de generar nueva información de una forma sencilla y accesible a todo el mundo gracias a la web 2.0 con las  páginas web, los blogs, redes sociales.

Una de las grandes virtudes que nos ofrece internet es la posibilidad de acceder desde un solo dispositivo a una gran cantidad de información y a la vez es un problema, ya que tanta información desestructurada se convierte en un problema.


En la época actual, el problema no es poder acceder a la información necesaria sino saber encontrarla y gestionarla, filtrándola adecuadamente para poder usarla en los ámbitos que necesitemos (laboral o social).

En el siguiente video (en inglés) el profesor de la Universidad de Nueva York Clay Shirky aseguró en la Web 2.0 Expo de 2010 que “El problema no es la sobrecarga de información, es que el filtro no funciona”.


La "sobrecarga informativa" (information overload) es una expresión que acuñó Alvin Toffler en su libro "Future Shock" (1970) y hace referencia al estado de contar con demasiada información para tomar una decisión o permanecer informado sobre un determinado tema.

Ante una gran cantidad de información para analizar, o contradicciones en la información disponible, o no disponemos de un método para comparar y procesar diferentes tipos de información, estamos frente a una "infoxicación"




Se denomina infoxicación o sobrecarga informacional a la situación de tener más información de la que podemos procesar.

Alfons Cornella crea este neologismo en 1996 como la unión de otros dos: información + intoxicación , para hacer referencia al exceso de información. Emplea este término en la conferencia Cómo sobrevivir a la infoxicación y en el año 2003 publica el libro Infoxicación: buscando un orden en la información.


Esta sobrecarga nos lleva a ser menos productivos y perdernos en un mar de información: infinidad de correos electrónicos sin leer (y por tanto sin responder), mensajes en redes sociales (twitter, facebook, etc.) o grupos de mensajería (whatsapp, telegram, etc.)  o no saber como gestionar la información que nos proporcionan los distintos buscadores.

Nuestras costumbres a la hora de leer han cambiado, ya que gran parte de la información que consumimos tiene una caducidad cada vez más temprana y esto nos lleva por un lado a leer de forma automática unas pocas lineas y a ser posible de una forma multimedia, siendo cada vez más difícil leer textos más largos o complejos e incluso algunos libros de forma pausada.

Esta forma de actuar nos lleva a estar más cansados física y mentalmente.

Estimado lector, ¿has padecido  alguno de estos síntomas?

  • Agobio o ahogo derivado de la cantidad de datos o informaciones
  • Parálisis por un volumen ingente de información
  • Desconcierto ante tanto contenido sobre un tema
Nos encontramos probablemente con una nueva enfermedad en nuestra sociedad del conocimiento.

¿Como podemos hacer frente a la infoxicación?


En este universo de exceso de información tendríamos que tener muy claro cuál es nuestra información crítica, es decir, aquello de lo que no podemos no estar informado y luego saber buscar, es decir, aprender a formular las preguntas correctas y conocer cuáles son las fuentes adecuadas, dónde debemos buscar.

Nosotros somos los principales responsables de esta saturación de información y somos los responsables de controlar estos flujos de información.
Para ello deberíamos saber, cada uno de nosotros, cuáles son los cinco temas fundamentales en los que trabajamos o estudiamos, los cinco temas secundarios y cuál es la lista de información crítica para cada uno de estos temas. Según Cornella, un objetivo final de todo esto sería tener un filtro personal de información; que la información a la que accedemos cada día pudiéramos dividirla literalmente en tres grandes partes:


  • Información Fatal: No tiene ningún interés para los temas buscados.
  • Información Interesante: Aquella que tiene cierto interés. 
  • Información Crítica: aquella de la que no podemos prescindir.

No debemos intentar abarcar toda la información evitando por tanto la saturación.


En el mundo de la empresa se mencionan continuamente servicios los 365 días del año, las 24 horas del día y los siete días de la semana y algunas personas lo han tomado al pie de la letra no desconectando tecnológicamente. Afortunadamente ya se empiezan a tomar medidas al respecto: en Francia; por ejemplo; hay una normativa para que los trabajadores no estén continuamente conectados y puedan disfrutar de su merecido descanso (y por tanto ser más productivos).

Debemos desconectar del mundo online.

A nivel personal he ido tomando algunas medidas que espero que os sean útiles (y agradecería que si tuvierais alguna más las compartierais en los comentarios):

  • Leer menos y de más calidad, siendo críticos con lo que leemos y con las fuentes
  • Técnica pomodoro
  • Clasificar por carpetas los correos electrónicos y así descartar el correo basura
  • Bloqueadores de pop-ups en el navegador
  • Automatizar el encendido y el apagado del smartphone
  • Curación de contenidos
  • Desconexión  / Ayuno digital aprovechando  el mundo offline 
Estas medidas creo que van enfocadas más a personas de mi generación, que somos inmigrantes digitales y los denominados nativos digitales deben emplear otras.


Referencias:



Muchas gracias por tu visita.

¡Anímate a comentar! Tu opinión es muy importante para mí.


No olvides de suscribirte a los comentarios de esta entrada y comparte este artículo si te ha parecido interesante.



Ubicación: Bilbao, Vizcaya, España

0 comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por tu visita.

¡Anímate a comentar! ♥Tu opinión es muy importante para mí♥.

No olvides de suscribirte a los comentarios de esta entrada y comparte este artículo si te ha parecido interesante.